Artículo 15. Costes de Ejecución-Conclusiones Finales
Recupero con esta entrada la serie de post dedicados a los costes de ejecución.
La conclusión más importante es que el ahorro en ejecución de obras sin apenas disminuir estándares de calidad o la demanda de necesidades ES POSIBLE Y REAL. Este ahorro puede rondar (agrupando la información de artículos previos) entre el 19% y el 26%. Si bien es difícil aglutinar en una misma construcción, todos los aspectos vistos para llegar al máximo, no es excesivamente complicado conseguir cifras cercanas al 15-20%. Pensemos que una vivienda media de 150.000€ de presupuesto de ejecución, un ahorro del 20% suponen 30.000€. Dinero que puede dedicarse a otros aspectos o a conseguir que el proyecto sea viable dentro de una coyuntura económica más limitada. No hay que desdeñar además, que rebajar los costes implica un menor presupuesto sobre el cual aplicar el IVA. (en nuestra hipótesis serían 3.000€)
La segunda, y no menos importante, es que el DISEÑO arquitectónico influye directamente e inexorablemente en el coste final. Independientemente de la superficie que se vaya a construir.
Para conseguir el ahorro en construcción es básico contar al menos con un par de mimbres adecuados:
1.- El promotor debe poner de su parte, transmitir sus objetivos de diseño al arquitecto. Priorizar aquellos aspectos irrenunciables estando ABIERTO y a VALORAR concienzudamente las propuestas que el arquitecto, desde su conocimiento más profundo y exhaustivo del diseño le pueda proponer. (toda persona suele tener tendencia hacia parámetros conservadores, que conoce y ha visto repetidas veces, descartando otros que por menos comunes le parecen arriesgados. “La pescadilla que se muerde la cola”)
2.- Contar con un arquitecto que sea capaz de proponer, analizar, razonar, justificar y EXPLICAR medidas que desarrollen proyectos eficientes. También debe proyectar globalmente, es decir, desarrollar el diseño interactivamente atendiendo a instalaciones, estructura, construcción, etc. Facilitará no solo el ahorro, sino una mayor simplicidad de proceso constructivo. (Como ejemplo, una determinada concepto de iluminación natural puede decantar que sistema estructural e instalación eléctrica se va a utilizar)
Para que se cumpla este último punto se requiere también del promotor. Parece sorprendente, pero lo explico. El promotor, ha de valorar de entre los arquitectos con los que se halla puesto en contacto, no solo los honorarios, sino también la capacidad, voluntad y manera de enfocar el proyecto que cada uno le haya trasmitido.
Hoy en día para un proyecto medio, la variación entre los honorarios de los arquitectos en un mismo área difícilmente superan o incluso llegan a los 2.000€. Si se da el peor de los casos, pero este trabaja para establecer medidas de ahorro a los niveles que hemos manejado, en conjunto sería la decisión más razonable.
Un saludo.
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